Carta a la mamá que ya no puede más

Sé que estás cansada.
Sé que has pensado “ya no puedo”.
Sé que cada noche parece una batalla, y cada mañana, una montaña.
Tu bebé no duerme.
Tú tampoco.
Y no solo es el sueño…
Es la culpa, la duda, el miedo de estar haciendo algo mal.
Es sentirte sola. Invisible. Sobrepasada.
Te prometo algo:
No estás fallando.
Estás sobreviviendo como puedes.
Y mereces algo mejor que eso.
No viniste a esta maternidad a romperte.
No tienes que sacrificarte para demostrar amor.
Tu bebé te necesita.
Pero te necesita entera.
Con calma. Con energía. Con presencia.
Dormir bien no es egoísmo.
Es lo que te permite volver a ti.
Ver a tu hijo con otros ojos.
Tener paciencia. Amor. Tiempo. Vida.
Y sí… es posible.
Dormir bien es posible.
Para tu bebé. Para ti. Para tu familia entera.
Aquí estoy.
Para ayudarte a encontrar ese equilibrio.
Para acompañarte paso a paso.
Para sostenerte… sin que te rompas.